Apolo y Jacinto: Homosexualidad, Epigenética y Hormonas
“De Apolo no puede decirse que tuviese una gran fortuna en el amor, pese a tratarse de un paradigma de belleza masculina, virtuosismo musical y literario e inteligencia. De hecho, la mayor parte de las historias amorosas de este dios cuyos oráculos eran de los más famosos en Grecia (el santuario en el que estos se emitían se encontraba en Delfos y a él acudían gentes de toda la Hélade) culminaron trágicamente. Apolo se relacionó tanto con mujeres como con muchachos y, entre estos últimos, cabe destacar al joven Jacinto, protagonista de una leyenda hermosa y dramática. (…) Jacinto se convirtió en objeto de culto en Esparta. Se celebraban fiestas en su honor todos los años, las Jacintias.”
-Blog Tras la Huella de los Dioses
"Según la versión de Ovidio, las lágrimas de Apolo cayeron sobre los pétalos de la flor,
dejando una huella que se interpretó como las primitivas letras griegas AI («¡Ay!», como símbolo del lamento del dios Apolo). En otras versiones Céfiro tiene una forma física y en castigo Apolo le convierte en viento para que no dañe a nadie más."
Imagen de Stephanie, ilustradora.
Obtenida de http://mohtz.tumblr.com
A continuación, se encuentra la narración del mito de Apolo y
Jacinto, citando el texto del blog de Leopold Estape, L’Armari Obert:
Apolo, hijo de Zeus y Leto y
hermano de Artemisa/Diana, fue el dios de la luz y el sol; la verdad y la
profecía; la medicina y la curación; la música, la poesía y las artes; también
el ideal de la eterna juventud. La lista de amantes que tuvo es infinita,
destacan de ella tres jóvenes muchachos: Tamiris, Jacinto y Cipariso. Pero su
belleza no fue paralela a su fortuna en sus lances amatorios ni con mujeres, ni
con hombres.
Según Hesíodo
Jacinto era el hijo de Amiclas, Rey de Esparta, su hermosura era tal que
enamoró a Apolo. Tras varios encuentros amorosos, un día él y su amante estaban
compitiendo con el lanzamiento de disco, cuando Apolo para demostrar su poder e
impresionar a Jacinto lo lanzó con todas sus fuerzas. Jacinto, para a su vez
impresionar a Apolo, intentó atraparlo, fue golpeado por el disco y cayó
muerto.
Jean Broc, La muerte de Jacinto (1801)
Otra versión
del mito añade que el responsable de la muerte de Jacinto fue el dios del
viento Céfiro o Bóreas. La belleza del muchacho provocó una disputa amorosa
entre ambos y Apolo. Celosos de que Jacinto hubiese preferido el amor de Apolo,
desviaron el disco con la intención de herir y matar a Jacinto.
Mientras Jacinto agonizaba,
Apolo no permitió que Hades, el dios de los muertos, reclamara al muchacho; de
la sangre derramada del joven hizo brotar una flor, el jacinto. Según la versión
de Ovidio, las lágrimas de Apolo cayeron sobre los pétalos de la flor y la
convirtieron en una señal de luto. En otras variaciones Céfiro tiene una forma
física y en castigo Apolo lo convierte en viento para que no dañe a nadie más.
LA HOMOSEXUALIDAD EN LA
ANTIGUA GRECIA
Las prácticas homosexuales han existido desde el nacimiento de la
humanidad y en todas las culturas del mundo. Sin embargo, si nos remontamos a
la Antigua Grecia, podríamos observar que el concepto de la homosexualidad
tenía una connotación muy diferente a la que tenemos ahora. Comúnmente no
existía como una orientación aislada, ya que aunque las prácticas homosexuales
solían ser relativamente comunes no solían ser excluyentes de la
heterosexualidad. La moralidad era una cosa totalmente distinta. En un texto de
Talía Morales, se dice que:
Para entender mejor la
sexualidad de la Grecia antigua debemos olvidarnos de nuestros paradigmas
actuales sobre el sexo. Las cargas morales cristianas y la censura del cuerpo
no existían por aquellos tiempos; la diferencia entre homosexualidad,
heterosexualidad y bisexualidad no estaba definida de manera tajante tal como
lo está hoy en día. Un hombre podía tener por amante a un muchacho pero eso no
le impedía disfrutar de su esposa o alguna mujer del prostíbulo; mientras que
en las fiestas dedicadas a Dioniso la sexualidad se llevaba a cúspide y tenían
lugar las orgías, en las que hombres como mujeres disfrutaban del placer sexual
sin importar de dónde provenía éste, mas en la vida cotidiana la homosexualidad
era una práctica pedagógica.
Detalle de "Las Reinas de Persia a los Pies de Alejandro" de de Charles Le Brun, mostrando a Alejandro y Hefastión. (1660).
"¿Cómo calificaríamos con nuestra distinción actual a Alejandro el Grande, quien tuvo cientos de mujeres pero sólo dos hombres, y estuvo apasionadamente enamorado por largo tiempo de uno de ellos?" -Dr Yves Ferroul
Entre la aristocracia y la clase militar, la homosexualidad era
una conducta socialmente aceptada y en cierto sentido promovida, ya que las
prácticas homosexuales representaban más que un simple acto sexual. Según Talía
Morales:
Los espartanos institucionalizaron
las prácticas sexuales entre hombres como parte formal de la educación de los
adolescentes. En Atenas, estas prácticas eran más “discretas”, pero tenían el
mismo fin. No obstante, también hubo leyes que castigaban a los hombres que no
contraían matrimonio, pues la procreación (sobre todo de varones) era de suma
importancia para la sociedad. Para comprender mejor estas prácticas hay que
señalar lo siguiente:
La homosexualidad, tal como fue
practicada en Esparta y Atenas, no fue incompatible con la heterosexualidad y
el matrimonio. Por el contrario, en un sentido muy real, el comportamiento
homosexual era una preparación para la virilidad, incluyendo el matrimonio y la
procreación. Ambas ciudades pusieron sanciones sociales y financieras a hombres
que no se casaban.
El joven adquiría de su maestro
dotes que le servirían la vida entera. Por otra parte en la cultura griega, el
placer carnal no se reducía a los discursos sexuales tradicionales, como pasa
hoy día; sino que, éste se encontraba a través de muchos medios y bajo muchas
circunstancias. El cuerpo se celebraba y se mostraba como algo hermoso, el
hombre no sólo cultivaba su alma, sino también su físico, por lo que el
gimnasio era parte fundamental de su vida, el propio Platón –uno de los más grandes
filósofos de la humanidad–, participó en un par de ocasiones en las olimpiadas.
Silvia C. Carpallo nos dice que:
Uno de los entornos donde había
una aceptación diferente de la homosexualidad era en las ciudades-estado muy
militarizadas, como Esparta o siglos después, Tebas. «A los 12 años se les
asignaba un adulto como instructor (paidónomos), responsable de su educación y
de inspeccionar sus progresos, especialmente en las habilidades militares».
Estos jóvenes descubrían su
sexualidad dentro de este ambiente castrense, ya que apenas tenían permitido el
contacto con sus familias y mucho menos mantener relaciones con mujeres, por lo
que lógicamente sus primeras experiencias sexuales se daban entre los propios
compañeros. «Relaciones, no solo sexuales, sino también afectivas, auténticos
lazos de amor y fidelidad entre compañeros de armas» (...)
Estas relaciones tenían incluso
un objetivo estratégico. «Tal vez en este factor resida uno de los componentes
más primordiales para volver a un ejército invencible. ¿Quién tendrá más arrojo
y ferocidad sino aquel que ha visto a su amado caer por las armas enemigas?
¿Quién se atreverá a mostrarse cobarde y abandonar una batalla si intuye que
los ojos de su amante le están observando? ¿Quién no guardará una rígida
disciplina y formación en combate si sabe que cualquier error puede costarle la
vida a su fiel compañero?». Una lógica que pareció ser muy efectiva.
Menelao llevando el cuerpo de Patroclo,
copia de un original griego en la Loggia dei Lanzi, Florencia.
Para muchos, este tipo de relaciones entre militares evocaba leyendas como la
de Aquiles y Patroclo, ambos héroes de la Guerra de Troya. Sin embargo, a pesar
de su gran apertura mental y tolerancia, la sociedad griega no estaba exenta de
factores altamente discriminatorios, muchos de esos aún comunes en nuestra
época. Según Talía Morales, las libertades sexuales de los griegos tenían
claras limitaciones, además de un componente altamente machista y misógino,
desgraciadamente:
(...) No debe entenderse que al
hombre griego todo le estuviera permitido en un sentido sexual, sus leyes eran
muy claras respecto a la homosexualidad y el abuso sexual (hybris). El papel
ocupado en el acto sexual era de principal importancia. Un hombre debía ser
siempre activo, viril, poderoso, siendo muchacho podía jugar el papel pasivo,
que de hecho era el que le correspondía en presencia de un maestro, más nunca
como hombre maduro. Ser penetrado (pasivo) era símbolo de inferioridad, de
falta de fuerza y vigor, sitio que correspondía sólo a las mujeres o a los más
jóvenes.
“No sólo por asemejarse a la
mujer en el acto sexual rechaza el varón sumiso el papel de ciudadano, sino
también por escoger deliberadamente ser víctima de lo que, de no haber
consentido, habría sido hybris. La razón de las rigurosas sanciones que la ley
ateniense sobre la hybris imponía era que quien la cometía «deshonraba»
(atimázein) a su víctima, al privarla de su condición de ciudadano protegido
por la ley…”
Como denota el pasaje anterior,
la mujer poco valía, poco sabía y de su sexualidad conocemos sólo lo que nos ha
llegado a través de los ojos masculinos por lo que se le puede considerar más
bien, como un objeto capaz de propinar placer antes que un ser libre que
ejercía su sexualidad. (...)
Si bien su condición humana
estaba degradada, las mujeres griegas poseían una mayor apertura –y menor represión–
hacia lo sexual que las medievales, modernas e incluso, en muchas ocasiones,
que las mujeres de esta época. (...) "Las mujeres griegas no eran, por lo
tanto, simples reproductoras destinadas a dar hijos legítimos a sus esposos y
ciudadanos a la ciudad"
A pesar de la difícil situación
en la que las mujeres vivían, la poetisa Safo nos muestra a mujeres enamoradas
y disfrutando de sus amantes. La sexualidad de la Grecia clásica es
manifestación de una cultura patriarcal, en la que la mujer –lo mismo que cualquier
hombre afeminado– carecía de derechos; no obstante, no era particularmente
censurada respecto a su imagen o sexo; por lo que varias de ellas participaban
ampliamente de la vida sexual como las prostitutas y 'heteras' (damas de
compañía). Sin embargo, con la llegada de la cristiandad y el triunfo de la
Iglesia el cuerpo, tanto femenino como masculino, perdió su potencia dentro del
desarrollo de la vida, al enaltecerse sólo lo espiritual.
"Safo, poetisa de la isla de Lesbos, escribió numerosos poemas que describían amores entre mujeres y chicas. El amor en estos poemas es en ocasiones correspondido y en otras no. Se cree que Safo escribió unas 12.000 líneas de poesía sobre su amor por otras mujeres. De éstas, tan sólo han sobrevivido unas 600 líneas. Como resultado de su fama en la antigüedad, ella y su tierra se han convertido en símbolo del amor entre mujeres, aunque aparentemente ella era bisexual." -Wikipedia
El cristianismo se encargó de convertir en pecado
casi toda práctica sexual, con excepción de la que se daba bajo el formato del
matrimonio y con fines únicamente reproductivos. La religión censuró al cuerpo
mismo y con los siglos cada vez fue menos visto el cuerpo sexuado en vasijas,
esculturas o textos; incluso hoy día en que la industria pornográfica es una de
las más consumidas alrededor del mundo, el cuerpo se sigue viendo como algo
prohibido. Los jóvenes comienzan a satisfacer sus inquietudes sexuales buscando
de manera clandestina, en lo privado, ocultos de sus padres y los adultos
procuran discreción en estos temas.
Esta discriminación misógina/machista se extendía especialmente
sobre la distinción de clases en la sociedad griega. De acuerdo con Silvia C.
Carpallo:
Si bien, en líneas generales,
la forma de valorar las relaciones personales se basaban más en la clase social
y el rol que desempeñase la persona, sí que había ciertos matices. «Existían
igualmente hombres afeminados e incluso hombres abiertamente homosexuales, que
podían ser motivo de burlas e incluso de castigo social», aporta el arqueólogo,
que matiza que la clave era si estas relaciones se daban dentro o fuera del
denominado «marco de la pederastia aristocrática», en cuyo caso se les podía
llegar a expulsar al mundo de la marginalidad o de la prostitución. Es decir,
que las relaciones homoeróticas más aceptadas socialmente se daban en ambientes
aristocráticos y militares, «en el resto de la sociedad (mujeres, esclavos,
libertos o simples ciudadanos) este tipo de relaciones estaban mucho más perseguidas».
En ciertos conceptos, la
sexualidad occidental del siglo XXI es un eco de la visión de la sexualidad de
la Grecia Antigua. Para las mujeres no ha sido fácil vivir dentro de esta
visión, en muchos sentidos. De acuerdo con Talía Morales:
El desarrollo de la vida sexual
de manera histórica ha tenido como consecuencia la sumisión femenina frente al
varón. Desde tiempos antiguos al hombre se le ha permitido ser promiscuo
mientras que la mujer debe guardarse para el marido, complacerlo y procrear su descendencia.
Así lo refleja la poesía épica que nos cuenta sobre las concubinas de Agamenón
y de su fiel esposa; que describe a un Odiseo disfrutando con Circe y Calipso,
mientras que su hermosa Penélope lo espera sin darle ninguna oportunidad a sus
numerosos pretendientes.
Penelope and the Suitors, 1912 - John William Waterhouse
La cultura
posterior no ha sido distinta al respecto, una mujer pura y casta ha sido
mayormente valorada por la sociedad, que ha tachado a las que no se conservan
vírgenes como promiscuas y pecadoras. A pesar de que los griegos consideraron a
la mujer como un ser más bajo y de menor valor e intelecto que ellos, lo cual
es bastante cuestionable, su pensamiento y vida se realizaban a partir del
cuerpo, como seres fuertes que apreciaban a la vida en todo su esplendor. La
virtud se transmitía por medio del semen y el cuerpo no estaba censurado, la
virilidad se veneraba y no se ocultaba como se hace hoy día. Al declive de su
cultura, la historia no se desarrolló de manera más positiva respecto a la
condición femenina y tuvieron que pasar incluso milenios para que las mujeres
fuéramos respetadas y consideradas más allá de nuestra potencia de ser madres o
esposas.
Los paradigmas sociales, la
dominación patriarcal de los discursos y la negatividad que recayó sobre el
sexo y lo femenino, dieron como resultado siglos de pensamientos machistas que
han dado paso al maltrato de mujeres y homosexuales. Vivimos
en un sociedad en la que todavía el tabú rodea lo erótico, haciéndolo un tema
prohibido para los más jóvenes y propio de pudor, por lo que se ha vuelto
íntimo y secreto.
Desde la perspectiva científica, existen datos y teorías que apoyan la existencia de la homosexualidad en la naturaleza, en campos variados como la genética, la neurociencia y la biología (teoría de la evolución).
Las evidencias más respaldadas son aquellas relacionadas con la teoría epigenética. Esta teoría sugiere que la influencia de factores externos (en especial las hormonas) pueden llegar a generar cambios en el perfil de expresión génica de un individuo, modificando químicamente el ADN o las proteínas asociadas a este. Se dice que esta modificación, por medio de la metilación del ADN (cuando se adhieren grupos metilos, que inactivan o activan genes, los cuales funcionan como interruptores), es como una "segunda capa" de información hereditaria, la cual podría ser transmitida a la descendencia del individuo en una o dos generaciones. Los genes permanecen intactos y perfil del ADN de la célula no cambia.
A continuación, unos cuantos videos relacionados con esta temática:
Explicación Científica sobre la Homosexualidad.
¿Los homosexuales nacen o se hacen? Comúnmente se ha dicho que los genetistas no han podido identificar hasta ahora el llamado "gen gay", pero NatGeo a través de su aclamada serie "En el Vientre Materno" (Gemelos Idénticos, 2008); nos revela una de las posibles causas de esto, pues de acuerdo a los más recientes descubrimientos la orientación sexual podría no estar definida en el ADN como equivocadamente se creía en el siglo pasado, sino en el epigenoma; siendo la Epigenética capaz de explicar porque una persona nace heterosexual u homosexual, corroborando así lo que la Psiquiatría y la Psicología afirmaban desde la década de los 70's (y con mayores bases recalca hoy), que la homosexualidad NO es una "enfermedad", y por ende tampoco es "contagiosa".
¿POR QUÉ ME GUSTAN LAS MUJERES, POR QUÉ ME GUSTAN LOS HOMBRES? | Hormonas y orientación sexual
¿Por qué a unos les gustan las mujeres y a otros los hombres, seamos del sexo que seamos? Desde la Neurociencia y la Psicología se ha tratado de responder a esta pregunta desde muchas perspectivas. Una de ellas es la biológica, y una hipótesis que se llama Hipótesis de la Organización-Activación dice que la culpa de que te gusten las mujeres o los hombres la tienen las hormonas sexuales a las que estamos expuestos ANTES DE NACER.
Los datos se han obtenido mediante experimentos y mediante el estudio de síndromes humanos en los que varían naturalmente los niveles de hormonas sexuales a las que está expuesto el feto antes de nacer. Estos síndromes señalan que las hormonas parecen, al menos, un factor que influye en por qué te gustan las mujeres o los hombres una vez que alcanzas la madurez sexual.
¿La HOMOSEXUALIDAD va contra la EVOLUCIÓN? | DARWIN, TE NECESITO
'Darwin, te necesito' es la nueva serie de Materia y EL PAÍS VÍDEO donde Bruno Martín aborda los tópicos de la ciencia para separar el mito de la realidad. En el cuarto capítulo, se explican las teorías de propagación de genes asociados a la homosexualidad por selección natural.
¿Por qué existe la homosexualidad? 🌈- CuriosaMente 78
¿Por qué existen los homosexuales? ¿Tiene la homosexualidad alguna ventaja evolutiva?
TEMAS RELACIONADOS
En 1767, a la edad de once años, Wolfgang Amadeus Mozart compuso un entreacto en latín sobre el mito de Apolo y Jacinto, con algunas modificaciones, titulado Apollo et Hyacinthus seu Hyacinthi metamorphosis, KV 38 (Apolo y Jacinto o La metamorfosis de Jacinto).
FUENTES:
http://traslashuellasdelosdioses.blogspot.com/2008/09/apolo-y-jacinto_27.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Jacinto
https://es.wikipedia.org/wiki/Homosexualidad_en_la_Antigua_Grecia
http://leopoldest.blogspot.com/2015/03/el-mito-de-apolo-y-jacinto.html
http://www.doctissimo.com/es/sexualidad/deseo/homosexualidad/la-homosexualidad-en-la-antigua-grecia-y-roma
https://www.yorokobu.es/homosexualidad-antigua-grecia/
https://aion.mx/filosofia/sexualidad-y-homosexualidad-en-la-grecia-clasica
Comentarios
Publicar un comentario